¿Cómo usar correctamente el sacaleches?

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Es recomendable amamantar al bebé todo el tiempo que sea posible, pues es la mejor alimentación que puedes darle. Sin embargo, es entendible que no todas las madres pueden estar las 24 horas del día con su bebé.

Por eso, si deseas continuar alimentando a tu bebé con leche materna, un sacaleches es la mejor manera de establecer y mantener un buen suministro de leche. Para ello, debes saber cómo utilizarlo.

Si eres mamá primeriza o nunca antes has usado un sacaleches, tranquila, te voy a explicar paso a paso cómo utilizarlo para sacarle el máximo provecho.

Antes de usarlo

Lee el manual de instrucciones para familiarizarte con el modelo de sacaleches que tengas.

Lávate las manos con agua y jabón y asegúrate de que todas las partes del sacaleches estén limpias.

Ensambla las partes del sacaleches si está desmontado. Si incluye varios tamaños de copas, elige la que tenga el tamaño más adecuado para tus pechos.

Encuentra un lugar privado y cómodo donde estés relajada.

La clave para una extracción exitosa, es estimular el reflejo de bajada de la leche. Para ello, hay varios métodos que puedes utilizar como pensar en el bebé (tenerlo delante si es posible) para desencadenar las hormonas que ayudan a producir la leche materna (prolactina y oxitocina). También es una buena idea masajear tus senos antes para estimular la bajada y el flujo de leche.

Al utilizarlo

Coloca la copa de manera que rodee el pezón, pero dejando suficiente espacio para que el pezón no roce contra la pared de la copa y pueda moverse libremente hacia adelante y hacia atrás.

Sostén la copa del sacaleches, no el biberón; así podrás ajustarlo hasta que estés cómoda.

Enciende el sacaleches (si es eléctrico) o empieza a apretar la perilla (si es manual). La leche generalmente comenzará a fluir en un par de minutos. Si la velocidad de la bomba no se ajusta automáticamente (esto sólo ocurre en algunos sacaleches eléctricos), hay que variar la velocidad para que sea irregular y así se asemeje a la succión del bebé.

Encuentra una velocidad que sea cómoda y eficiente para ti.  La extracción nunca debe ser dolorosa. La incomodidad o el dolor pueden obstaculizar la producción de leche, así que si sientes dolor, deja de bombear la leche inmediatamente y déjalo para otro momento.

La doble extracción reduce el tiempo a la mitad. El nivel de prolactina es más alto cuando se usa un sacaleches doble, por lo que podrás producir más leche con el tiempo. Si no tienes un sacaleches doble, no esperes a vaciar un pecho, cambia de seno varias veces durante la extracción para imitar su efecto.

Continúa pensando en tu bebé, escuchando música o haciendo cualquier otra actividad que te mantenga entretenida, ya que a algunas mujeres mirar los biberones bloquea su flujo de leche.

Cuando el flujo de leche se haya ralentizado y sientas como si se estuviese terminando, apaga el sacaleches.

La cantidad de leche que extraigas dependerá de varios factores, como la edad de tu bebé, el tiempo transcurrido desde la última toma o extracción, la hora del día, el tipo de sacaleches, la cantidad de práctica que tengas con el aparato y si estás relajada o estresada.

Después de utilizarlo

Desenrosca con cuidado los biberones y coloca las tapas.

Una higiene escrupulosa es imprescindible si quieres darle la leche extraída a tu bebé. Por eso, todas las partes del sacaleches que hayan estado en contacto con la leche y los biberones utilizados para la extracción y almacenaje de la leche, deben limpiarse y desinfectarse después de cada uso, sobre todo en el caso de los bebés prematuros o con alguna enfermedad.

Lo mejor para asegurarte una limpieza total, es esterilizar las piezas.

En el caso de que vayas a alimentar a tu bebé con la leche extraída en el mismo día, puedes dejarla en el biberón a temperatura ambiente durante 4-6 horas.

También puedes guardar la leche en el frigorífico durante 5 días o congelarla por un periodo de 6 a 12 meses. Es recomendable almacenar la leche en un biberón de vidrio o plástico duro (sin BPA) con tapa o en una bolsa congeladora de leche materna.

Si bien es cierto que cuanto más tiempo se almacena la leche, más vitaminas y antioxidantes pierde, también es cierto que la leche materna almacenada todavía tiene más beneficios para el bebé que la leche de fórmula, por lo que vale la pena continuar extrayendo y almacenando la leche para el bebé.

 

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