Las muselinas es uno de los textiles más versátiles e imprescindibles para el cuidado del bebé. Las hay en diferentes tamaños y diseños. Son fáciles de lavar y como están tejidas a partir de suaves fibras de algodón y/o bambú, se vuelven aún más agradables al tacto con cada lavado.
Estas gasas ligeras resultan súper prácticas. Se utilizan desde tiempos remotos para envolver a los bebés y portearlos aunque tiene muchos más usos. A continuación, vamos a ver algunos de ellos.
¿Qué encontrarás aquí?
Arrullos
Las muselinas más grandes resultan ideales para envolver al bebé a la hora de dormir. Su elasticidad le permite adaptarse a la forma de su cuerpo sin apretarle o incomodarle.
Además de permanecer abrigadito como dentro del útero y contribuir a mantener su temperatura corporal, envolver al bebé evitará que sus movimientos reflejos e involuntarios mientras duerme le despierten o perturben el sueño.
Lactancia
Aunque amamantar al bebé es de lo más natural y saludable, es probable que prefieras taparte cuando lo tengas que hacer en público para evitar miradas indiscretas. Una muselina para bebés es de las mejores opciones para cubrirte por su ligereza ya que que impedirá que el bebé se acalore o sofoque.
Cambio de pañal
Las toallitas húmedas son de las opciones más higiénicas y prácticas para limpiar la zona íntima del bebé en cada cambio de pañal. Sin embargo, aunque la mayoría son hipoalergénicas, su uso continuado puede llegar a irritar la delicada piel del bebé y provocar dermatitis.
Por esto, lo más recomendable es limitar el uso de las toallitas para cuando tengas que cambiar al bebé mientras viajas en el coche, cuando no dispongas de agua o durante la noche para no estimularle demasiado e interrumpir su sueño.
Ya sea porque has lavado al bebé con agua y jabón o porque le limpies con toallitas húmedas, es imprescindible secar muy bien su piel antes de ponerle el pañal limpio. Las muselinas son muy absorbentes y suaves, así son una excelente opción para secarlo antes de ponerle el pañal.
Manta
Las muselinas para bebé más grandes también se pueden utilizar como manta durante el verano para abrigar al bebé en su cochecito, para cubrirle durante la noche o como superficie de juegos en el suelo o en el parque.
Minialmohada
Cuando el bebé se duerme en su cochecito o sillita, puedes usar una muselina doblada como almohada para mantener su cabeza en buena posición y evitar que, después, tenga molestias.
Como tapasol
Por su transparencia y trama abierta, las muselinas son excelentes para proteger al bebé del sol cuando lo paseas en su cochecito o del reflejo que entra por la ventana a la hora de dormir la siesta.
También sirve para colocarla entre tu cuerpo y el del bebé en los días más calurosos, cuando lo llevas en canguro o lo sostienes en brazos.
Protector anti moscas y mosquitos
Además de cubrirle del sol, las muselinas resultan perfectas para proteger al bebé de las moscas y mosquitos cuando lo llevas de paseo o lo tienes en su sillita.
Toalla auxiliar
Si por alguna razón tienes que secar al bebé y no cuentas con una toalla a mano, puedes usar una muselina para hacerlo ya que tiene una gran capacidad de absorción.
Es perfecta para secarle cuando sales y le cambias el pañal o para después de la playa o la piscina. Lo mejor es que al ser una tela tan ligera, pesa poco y ocupa poco espacio doblada dentro de tu bolso a diferencia de una toalla que es más voluminosa y pesada y, además, tarda más para secarse.
Bebés que eructan
Los bebés, en especial los que toman leche de fórmula, necesitan que les ayudes con un suave masaje en la espalda después de cada toma para expulsar los gases que aspiran durante la succión. En ocasiones, el eructo va acompañado de un poco de leche y contenido gástrico.
Si quieres evitar mancharte la ropa cuando le ayudas a eructar, lo mejor es poner una muselina sobre tu hombro.
Cambiador
A la hora de cambiar al bebé, la muselina no solo sirve para secar su piel, sino que también la podemos colocar sobre la superficie donde le vas a cambiar. De esta manera, proteges al bebé del roce con la superficie del cambiador que suele ser de plástico y evitas que escapes accidentales de orina o heces puedan ensuciarlo.
A la hora de comer
Los bebés que empiezan con alimentación complementaria suelen ensuciar mucho. Están descubriendo las nuevas texturas, sabores y colores, además de aprendiendo a controlar los movimientos de sus manos.
Las muselinas para bebés más pequeñas te servirán como trapo para limpiar babas, eructos y restos de alimentos. Cómo son fáciles de lavar, pronto estarán limpias y secas para el siguiente uso.
Para las mamis
Los diseños y estampados de las muselinas para bebés son tan bonitos que algunas mamás las usan como fular, como pareo a la hora de bañarse en la playa o la piscina o para proteger el pelo de la humedad después de ir a la peluquería en un día húmedo.
Como regalo
Las muselinas para bebés son tan prácticas que siempre resultan una gran opción para regalar a una madre reciente. Un obsequio bueno, bonito, barato.
Ecológicas
Las muselinas pueden resultar, además de útiles, respetuosas con el medio ambiente. Cuando el bebé ya ha crecido y no la vas a necesitar más, la puedes utilizar como trapo para limpiar superficies.
Para finalizar, un tip de cocina
Las muselinas para bebés también son excelentes para enrollar un brazo gitano. La humedeces y espolvoreas sobre ella azúcar y canela, colocas el bizcocho, pones el relleno y, con ayuda de la muselina, lo vuelves un rollo.
Como verás, las muselinas para bebés tienen un montón de usos. Estos son solo algunos, pero seguro que si le echas un poco de imaginación, se te ocurren unos cuantos más.