Para quienes piensan que las cosas interesantes comienzan con el nacimiento, a continuación compartimos las trece curiosidades que seguramente no conocías de los bebés y que ocurren mientras piensas que nada ocurre: bostezos, orina intrauterina, ritmo cardíaco fetal y hasta erecciones.
¿Qué encontrarás aquí?
Bebés cabezones
En los recién nacidos, la cabeza representa un 25% de su peso corporal, por esto parecen cabezones. Es una de las primeras partes de su cuerpo en alcanzar las dimensiones que tendrá de adulto.
Los huesos del cráneo del bebé están separados por unos espacios blandos llamados fontanelas para facilitar su paso a través del canal vaginal durante el parto. Cuando nacen, algunas madres se preocupan porque se puede ver cómo las fontanelas laten sobre todo la de la parte superior que es sensible al ritmo cardíaco. Es normal y no debe ser motivo de preocupación.
Orina intrauterina
Los riñones del bebé comienzan a funcionar aproximadamente en la semana 11 de embarazo y desde ese momento ya pueden orinar. Forma parte de su desarrollo y la orina no resulta dañina ni para el bebé ni para la madre.
Los bebés están cubiertos de lanugo
El lanugo es una fina capa de vello que cubre su cuerpo para suplir su falta de grasa corporal y aislar su piel. Pueden perderlo antes de nacer o lo pierden poco a poco después del nacimiento
Ojos grandes
El tamaño de los ojos de los bebés al nacer es casi el 75% de cómo los tendrán cuando sean adultos. Por esta razón, parecen ocupar mucho espacio en su carita y parecen enormes si se les compara con las proporciones de la cara de un adulto.
A pesar de sus ojos grandes, la visión de un recién nacido alcanza unos veinte centímetros, por esto sólo es capaz de percibir la cara de su madre y el pecho para alimentarse.
Algunos estudios científicos estiman que tener los ojos grandes tiene la función de inspirar ternura y recibir protección de quienes le rodean. ¿Será cierto?
Ellos pesan más al nacer
De media, los bebés varones pesan más que las niñas al nacer. Entre 300 y 500 gramos más en relación a la talla. También suelen medir más. Otro hecho llamativo es que nacen más niñas que niños.
Ritmo cardíaco
El ritmo cardíaco del bebé es muy acelerado y varía a lo largo del embarazo. Hacia el final, puede tener hasta el doble de palpitaciones que un adulto. Para el monitorización de la frecuencia cardíaca, el médico utiliza un doppler portátil.
Antes de las 6 semanas, la frecuencia de sus latidos es relativamente baja y alcanza entre los 100 y los 115 latidos por minuto.
Para la octava semana llega a los 144-170 latidos por minuto. En el segundo y tercer trimestre, la frecuencia oscila entre los 120 y 160 latidos por minuto.
Si te preocupa la frecuencia de latidos del corazón de tu bebé puedes utilizar un doppler fetal casero, un equipo un poco menos sofisticado que el que utilizan en la consulta obstétrica, pero muy asequible.
Succión
El bebé comienza a abrir la boca durante la novena semana de embarazo y este movimiento es un precursor del reflejo de succión que más tarde le servirá para alimentarse. También bebe sorbos de líquido amniótico de vez en cuando.
Los bebés tienen más huesos
Como algunos de sus huesos están fragmentados para que puedan atravesar el canal de parto más fácilmente, los bebés tienen más huesos que un adulto en su caFbeza, coxis y sacro. Al crecer, estos huesos se sueldan hasta formar los huesos típicos de un adulto.
Bostezos
Desde que está en el vientre materno, alrededor de la semana trece, el bebé puede bostezar. También puede sacar la lengua. Otros movimientos incluyen el tocarse la cara.
Cómo se forma la cara del bebé
Los rasgos y forma que tendrá la cara bebé encajan poco a poco desplazándose desde el centro a los lados de la cabeza durante la última parte del primer trimestre del embarazo.
Erecciones
Las erecciones de los bebés no responden al estímulo sexual, sino que constituyen una respuesta natural de los nervios del área genital. Uno de los estímulos que pueden ocasionar estas erecciones son los cambios de temperatura.
Pueden oír
Al nacer, los bebés ya tienen el sentido de la audición bien desarrollado y son capaces de identificar la procedencia de los sonidos y hacia allí dirigen su mirada.
Pueden oír desde la semana veinte dentro del útero, aunque su percepción de los sonidos del exterior se ve afectada por el hecho de que permanece en un medio líquido que puede distorsionar lo que escucha.
Dormilones
Dentro del útero, durante sus primeras semanas, el bebé pasa dormido la mayor parte del tiempo, ahorra energía que necesita pues su cuerpo está en un proceso constante de desarrollo y maduración.
A partir de la semana 26 comienza a intercalar períodos de sueño y vigilia de unos 20 minutos por cada hora. En estos momentos en los que está despierto, las madres suelen percibir más actividad y pataditas.