El embarazo puede ser un carrusel de emociones o más bien una montaña rusa y es natural porque están ocurriendo grandes cambios dentro de ti y tus hormonas están haciendo su trabajo. Algunos malestares y sentir más cansancio de lo habitual son parte de lo que te tocará vivir especialmente durante los primeros meses mientras esperas la llegada de tu bebé.
Desde el punto de vista de las emociones, tendrás días de expectación y felicidad, otros de temores y dudas respecto a si todo va bien con tu bebé y cómo cuidarle y cuidarte hasta que llegue el momento del nacimiento.
Además de kilos, acumularás experiencias inolvidables e irrepetibles porque cada embarazo es único y tiene su propio encanto. Los niños son diferentes unos de otros, incluso desde antes de nacer, pero casi todas vivimos estos momentos mágicos que te vamos a contar hoy.
¿Qué encontrarás aquí?
El día que descubres que estás embarazada
Hay mujeres que han planificado tener un bebé y tal vez no se sorprendan, pero también están las que se sorprenden porque el embarazo resultó inesperado.
Pero cuando formalmente tomas consciencia de que dentro de ti se está formando una nueva personita pequeña y frágil sientes una responsabilidad enorme y la sensación de que todo en tu vida será diferente porque ser madre es siempre un antes y un después.
Tus perspectivas y prioridades cambian. Es una suma de desconcierto, alegría y expectativas.
La primera ecografía
Hay variedad de criterios, pero ya sea que te la hagan durante la primera consulta o en la semana número doce, pocos momentos son tan emocionantes como cuando ves a tu bebé por primera vez y escuchas los latidos de su corazón.
Son acelerados y suenan muy fuerte. Si aún no habías internalizado que esperas un bebé, en este momento lo harás. Creo que a todas se nos saltan las primeras lágrimas de pura emoción en esta consulta.
Querrás compartir este sentimiento con tu pareja y tus seres queridos y repetir el momento de escuchar el corazón de tu bebé, pero no puedes llevarles a todos al consultorio del doctor. Lo que sí puedes hacer es comprar un doppler fetal y escuchar el latido de su corazón y compartirlo cuando quieras y cuantas veces quieras.
La primera patadita
Si verle en la primera ecografía emociona, ni te cuento lo que sentirás la primera vez que sientas moverse a tu bebé dentro de ti. Es una sensación indescriptible, nada se le parece.
El sentimiento de conexión es de los momentos más bonitos. Unos días le notarás más inquieto que otros y aprenderás a detectar incluso cuando tiene hipo.
Cuando el padre siente la primera patadita
Esta primera patadita que sienten los padres también es un momento mágico para las madres, el primer vínculo físico entre papá y bebé.
Siempre que puedas deja que tu pareja le hable a su bebé y toque tu barriga. Son momentos gratos para los tres.
Escoger el nombre
Cuando ya tu embarazo ha avanzado un poco más, alrededor de la semana veinte, si tienes suerte (algunos bebés son un poco misteriosos y no se dejan ver) podrás ver en la ecografía el sexo de tu bebé.
Seguramente has estado escogiendo posibles nombres y tendrás una pre selección. En el momento que sepas el sexo de tu bebé, ya podrás decidir cómo le llamarás. Cuando tu bebé tiene nombre, comienzas a construir su identidad.
Cuando le hables a tu barriguita ya no será ¿cómo estás bebé? Podrás llamarle por su nombre.
Cuando te sale la barriguita y puedes comprar ropa de embarazada
(Y dejas de parecer gorda) Sobre todo a las madres primerizas nos pasa que se tarda algo de tiempo en notarse la barriga del embarazo.
Tal vez se te han ensanchado las caderas, por lo que en lugar de parecer embarazada, parece como si la navidad acabara de finalizar, es decir, con unos kilos de más. Generalmente, te sigue valiendo tu ropa de siempre.
Bien, un día repentinamente tu barriga comienza a parecer la de una mujer embarazada y ya comienza a quedarte bien esa ropa tan bonita de premamá que te has comprado, pero que hasta ahora no has podido estrenar.
Cuando te das cuenta de que ya no tienes nauseas matutinas
Cuando estás embarazada no todo se trata del bebé. Las náuseas matutinas solemos sufrirlas casi todas las embarazadas (hay unas pocas afortunadas que no tiene este problema) y es sumamente molesto.
El poder comer sin temor es algo que valorarás mucho. Al igual que con la barriga de embarazada, un buen día te darás cuenta de que ya no tienes náuseas y que “La vida es bella”.
Saber el sexo y comenzar a comprar ropita de bebé
Para gustos, los colores y no comprendo cómo hay quienes no desean saber el sexo del bebé antes de que nazca.
Es de lo más emocionante saber si tendrás niña o niño para escoger su nombre, decorar su habitación y hacer esas compras de ropita de bebé, el moisés, el cochecito…
Con tu pareja, tus amigas o tus familiares más cercanos la ilusión de comprar las cosas para el bebé forman parte de los momentos mágicos propios del embarazo.
El baby shower
Por lo general se hace cuando el embarazo ya está bastante avanzado. Es una ocasión para disfrutar con familiares y amigos, para que te mimen y mimen a tu bebé y compartir entorno al nuevo miembro de la familia que está por llegar.
El día del nacimiento
Si te han programado una cesárea podrás prepararte psicológicamente para recibir a tu bebé y hacer con calma el equipaje con lo que llevarás al hospital: tus cosas y las del bebé.
Si por el contrario, vas a tener a tu hijo por parto natural, el día “D” puede llegar en cualquier momento en torno a las 40 semanas de gestación (hay bebés que se adelantan).
Este es de los días más memorables. Aún me conmueve recordar cómo mi hermana Sol corría de un lado a otro de la casa ayudándome a preparar las maletas el día que nació mi pequeña, la primera bebé de nuestra familia.