Los primeros pasos de tu bebé son sumamente importantes para su desarrollo. En esta etapa es crucial que estés muy atento, pues es posible que existan tropezones y caídas que le lastimen físicamente. Por lo general, estos comienzan a dar sus primeros pasos entre los 9 y 15 meses de nacimiento, con algunos casos especiales en los que pueden comenzar a hacerlo con tan solo 8.
Es sumamente importante para el bebé que sus padres o un familiar cercano le ayuden a dar sus primeros pasos, ya que estas son las personas en las que más confía. De este modo, podrá ir ganando confianza paso tras paso, hasta que no necesite la ayuda de nadie para comenzar a caminar libremente por la casa.
A continuación, te damos algunos consejos para que ayudes a tu bebé a dar sus primeros pasos y evitar que esto para él sea una experiencia traumática que afecte su autoestima y seguridad.
Primero, enséñalo a gatear
Muchas madres quieren que su bebé camine antes de que gatee. Incluso, a algunas no les gusta que lo hagan ya que en el suelo se encuentra una gran variedad de bacterias que pueden ser nocivas para su salud, pero lo cierto es que esta es una fase imprescindible para que pueda dar sus primeros pasos. Esto se debe a que gateando comenzará a acostumbrarse al peso de su cuerpo y a tener noción de sus extremidades, lo que más adelante, una vez estas estén fortalecidas, le harán tener el impulso de caminar erguido.
Los especialistas recomiendan que a los seis meses se dejen a un lado los gimnasios para bebés y se le empiece a motivar por medio de los juguetes a su alrededor. No te preocupes si tu bebé no gatea a los 9 meses. El primer gran error que cometen las madres es comparar su bebé con otros. Esto no se debe hacer ya que cada uno va evolucionando según su cuerpo ya que cada organismo es diferente.
Sin embargo, si pasan más de 9 meses y no ves evolución ni iniciativa en el niño, es recomendable que lo lleves al pediatra para que le realice una prueba. Es posible que necesite un poco de estimulación mediante ejercicios para fortalecer un poco su tren inferior.
Si quieres que tu bebé gatee, no le estimules el pararse y dar pasitos, enfócate en animarlo a gatear. El gateo ayuda al equilibrio y la coordinación, sin olvidar que también fortalece el eje de las caderas y el de los hombros, tonificando los músculos que luego le ayudarán a mantenerse erguido para caminar.
Ejercicios para el equilibrio
Por otra parte, los ejercicios para el equilibrio son fundamentales. Esto le facilitará las cosas para mantenerse estable. Puedes lograrlo dejándolo de pie ante una silla o cualquier otra cosa de la que pueda sostenerse y mantenerse erguido como un correpasillos (bajo vigilancia). Del mismo modo, puedes utilizar una caja para guardar los juguetes de manera que mientras los toma, coja fuerza para permanecer estable.
Lo ideal es que los primero pasos los de descalzo, pues esta es la base del equilibrio y le permitirá tener una mejor noción del terreno que está pisando. En caso de que no se pueda, lo mejor es ponerle unas zapatillas de suela delgada y flexible que le permitan tener la mayor movilidad posible.
Generar estímulos para que camine
Lo más importante es estimularlo visual y auditivamente con objetos que llamen su atención y que pueda agarrar para divertirse y desee cogerlos nuevamente cuando se los quites. Luego, es importante llamarlo e incitarlo a caminar hacia ti, enseñándole siempre la recompensa que le espera por ello. Cada intento o movimiento, por muy pequeño que sea, debes celebrárselo para motivarlo y darle a entender que está haciendo las cosas bien.
Existen algunos ejercicios para enseñar a un bebé a caminar y uno de ellos es con el apoyo de una persona. Esto consiste en sostenerlo desde atrás con sus brazos extendidos y acompañarlo a andar. Es transcendental que se le brinde confianza en todo momento al bebé, para que este se sienta seguro de sí mismo hasta que logre hacerlo solo.