La leche materna es la alimentación más apropiada para un bebé, pues le suministra todos los nutrientes que necesita durante los primeros meses de vida.La leche materna es la alimentación más apropiada para un bebé, pues le suministra todos los nutrientes que necesita durante los primeros meses de vida.
Darle el pecho al niño es sencillo, pues la leche materna está a la temperatura perfecta. No es necesario calentarla ni envasarla. ¡Siempre está lista para tomar!
Pero no todas las madres pueden permitirse el lujo de estar presentes cuando el niño necesita comer y tienen que recurrir a la extracción con un sacaleches.
Después del proceso de extracción, es importante almacenar la leche correctamente, en un lugar seguro, con la temperatura adecuada y durante el tiempo recomendado:
- A temperatura ambiente (19-26ºC): de 4 a 6 horas
- En el frigorífico (4ºC): de 72 horas a 8 días
- En el congelador (-17ºC a -20ºC): de 3 a 12 meses
Antes de darle el biberón al bebé es necesario que alcance la temperatura ideal para que la pueda tomar. El calentamiento de la leche materna es completamente seguro y fácil de hacer.
Para facilitar tanto el descongelamiento como el calentamiento, lo mejor es almacenar la leche en porciones pequeñas, de 30 a 120 ml.
¿Qué encontrarás aquí?
¿Cómo descongelar la leche materna?
Es importante realizar una descongelación adecuada. Nada más sacar la leche del congelador, hay que introducirla en el frigorífico, para que no se rompa la cadena de frío. El proceso de descongelación tarda aproximadamente 12 horas, por lo que es recomendable hacerlo con tiempo suficiente.
Si necesitas acelerar el proceso de descongelación, se puede poner el recipiente con la leche bajo un chorro de agua fría e ir aumentando la temperatura gradualmente.
Una vez que la leche está descongelada, hay dos opciones: guardarla en el frigorífico o calentarla para dársela al bebé.
¿Cómo calentar la leche materna de la nevera?
Rellene un recipiente con agua tibia y sumerge el biberón (o la bolsa de leche) en él. Procura agitarlo de vez en cuando para lograr una temperatura uniforme en todo el líquido. Esta es la forma más económica de calentar la leche materna.
La segunda de las formas para calentar la leche materna es utilizar un calienta biberones.
Calentar la leche en agua tibia es un proceso más largo (aproximadamente 15-20 minutos) y requiere que estemos presentes y pendientes, ya que si el calentamiento se prolonga demasiado, empezará el desarrollo de bacterias. Además es un método poco exacto, ya que no podemos saber específicamente la temperatura a la que se encuentra la leche y requiere de varias pruebas hasta dar con la adecuada.
Si quieres lograr la temperatura óptima de la leche, lo mejor es que utilices un calienta biberones. Estos aparatos descongelan y calientan inteligentemente la leche a la temperatura adecuada, teniendo en cuenta la temperatura inicial, el tipo de biberón y la cantidad de leche.
El calentamiento es gradual, de esta forma se mantienen todas las propiedades beneficiosas de la leche materna.
El proceso es muy rápido y sencillo. En apenas 5 minutos ya estará caliente, listo para la toma. Además, la leche permanece caliente durante más tiempo y no necesita supervisión por nuestra parte.
Si estás fuera o de viaje, existen calienta biberones de viaje o portátiles que son compactos y eficientes.
Recuerda que nunca debes calentar la leche materna en el microondas o hervirla en un recipiente, pues se destruirán todos los nutrientes beneficiosos y se pueden crear puntos calientes que quemen la boca del bebé.
Consejos para la conservación de la leche materna
A la hora de conservar la leche, es conveniente que sigas estos consejos:
- Una vez extraída y envasada la leche, hay que rotular la fecha de extracción para utilizar los recipientes con fechas más antiguas en primer lugar.
- Hay que colocar la leche en el centro del congelador, donde la temperatura es más constante, para evitar las fluctuaciones de los lados.
- La leche congelada que se ha descongelado se puede conservar en el frigorífico durante 24 horas, pero nunca hay que volver a congelarla.
- Antes de darle el biberón al bebé, hay que agitarlo suavemente para homogeneizar el líquido. Es importante no agitarlo vigorosamente, ya que se podrían dañar algunos de los componentes de la leche materna.
- Si el bebé no termina la leche durante la toma, se puede refrigerar y volver a calentar en un plazo de 1-2 horas antes de desecharla.
¿Qué tipo de contenedor utilizar para conservar la leche?
No importa el método de calentamiento que se escoja, la leche debe estar almacenada en un recipiente adecuado, como los biberones de vidrio o de plástico (libre de BPS y BPA), con tapas herméticas. También podemos utilizar las bolsas de leche diseñadas específicamente para almacenar leche materna.