10 formas de fomentar la autonomía de tu hijo

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La autonomía personal es la habilidad del niño de poder valerse por sí mismo en las actividades cotidianas de la vida diaria que le permiten adaptarse al entorno. Se relacionan con:

  • Cuidado personal: lavarse las manos, ducharse, vestirse, comer
  • Habilidades físicas: desplazamiento, manipulación de objetos
  • Habilidades mentales: autoconcepto, autoestima y resolución de problemas

En los niños, el desarrollo de la autonomía resulta un objetivo primordial de su educación y cada edad tiene sus hitos de desarrollo con tareas y actividades que corresponden a la etapa de progreso, emocional y psicosocial y dependerá de dos factores:

  • El ritmo de maduración del niño
  • El modelo educativo de los padres

Sobreproteger a los niños resulta contraproducente justamente porque se entorpece el desarrollo de su autonomía. Da como resultado niños dependientes con baja autoestima que incluso pueden desarrollar problemas de aprendizaje y en su relación con otros niños de su edad.

Como padre o madre es normal que te plantees si estarás interfiriendo en su desarrollo cada vez que acudes a atender a tu hijo a la primera llamada o cuando procuras resolver sus problemas y le evitas frustraciones.

Sin embargo, es más importante que te platees cómo contribuir al desarrollo de su autonomía. Para ayudarte, hemos preparado una selección de trucos.

Las 10 maneras

El ambiente

Es necesario convertir nuestro hogar en un ambiente seguro y pleno de estímulos en el que el niño desde pequeño pueda moverse y explorar su entorno con la seguridad de que no se hará daño.

Durante sus primeros meses se limitará a su cuna y su habitación, pero cuando ya comience a gatear, hay que proporcionarle espacios confortables y seguros para que deambule, explore y se familiarice con el ambiente que le rodea.

Y aunque siempre debes supervisarle, hazlo a una distancia prudente que sea segura, pero que le permita sentirse independiente de ti.

Comunicación

Es primordial mantener una comunicación empática y respetuosa con el niño, tanto para darle la oportunidad de manifestar su opinión y el deseo de intentar cosas por sí mismo, como para proveerle de instrucciones de cómo debe hacer las cosas.

Ensayo y error

Los niños aprenden no sólo de la observación, sino también de sus aciertos y errores. Por esto resulta de vital importancia que le permitas equivocarse, en la medida de lo posible, como parte de su proceso de aprendizaje.

En ocasiones, y por ahorrar tiempo, terminamos resolviendo por nuestros hijos los problemas que se les presentan, con lo que sin querer saboteamos el proceso de entender el cómo y porqué de lo que ocurre en su entorno.

Con esto, y sin palabras, les estamos diciendo que no son capaces y que necesitan nuestra ayuda siempre. Permite que se equivoque y no le recrimines o reproches.

Establece límites y normas

El pensar por sí mismo es parte del proceso de desarrollo de la autonomía y precisa de un marco de criterios y normas que le permitan al niño establecer lo que está permitido y lo que no y por qué.

Como padres debemos proporcionar, no sólo la delimitación del espacio al que puede acceder, sino también la conducta permitida para que el niño sepa lo que se espera de él.

Delega

Aunque al principio debes hacer todo por tu hijo, resulta vital que a medida que crece le permitas hacer un mayor número de actividades por sí mismo:

  • Lavarse las manos
  • Vestirse
  • Cuidar y guardar sus juguetes
  • Cepillarse los dientes
  • Comer solo
  • Colocar la ropa sucia en el lugar adecuado
  • Atar sus zapatos

Celebra sus logros

Cuando tu hijo logre hacer por sí mismo algo realmente bien, felicítale por su logro. En la actualidad, muchos padres exageran con este punto y celebran cualquier cosa que logre hacer su hijo aunque no esté bien y ellos lo notan.

Entienden cuando algo cumple con las expectativas y es digno de una felicitación entusiasta y cuando lo que hicieron no resultó tan bien y estás celebrando un logro “vacío”.

Tampoco exageres al celebrar. Si por cada mínima proeza armas una fiesta, cuando realmente logren algo importante, perderá el entusiasmo y la capacidad de valorar lo que ha conseguido.

Que la celebración sea proporcional a su logro y, sobre todo, sincera.

Anímale a tomar decisiones

Ofrécele opciones para que pueda escoger. Esto le permitirá sentir que tiene control y que puede tomar decisiones.

Podrías darle opciones de desayuno, de la ropa que se va a poner, permitirle escoger sus productos de aseo personal o permitirle elegir a sus compañeros de juego.

¿Es la hora de la merienda? Permítele decidir entre dos o tres opciones y tomarse el tiempo para decidir. No le presiones o apresures.

Provee escenarios de práctica

Permite a tu hijo practicar para alcanzar las habilidades necesarias para realizar tareas cotidianas en el ámbito social:

  • Cuando salgas de compras o a hacer recados, llévale contigo y explícale lo que haces y por qué
  • Llévale al parque para que se relacione con otros niños
  • Oriéntale respecto a las normas de convivencia: saludar, pedir turno, saber ganar y perder
  • Recuérdale las normas de etiqueta en la mesa cuando comáis juntos

Aprender jugando

Uno de los mayores hitos de desarrollo de la autonomía para los niños es el poder montar en bicicleta. Requiere no sólo de desarrollo corporal, comprensión de las nociones de distancia, espacio y desplazamiento, sino especialmente de coordinación y equilibrio.

Andar en bicicleta contribuye al desarrollo de su autoestima e independencia porque ya no requerirá de tu apoyo para desplazarse y tendrá mayor libertad para explorar su entorno y compartir con sus pares.

Una de las mejores maneras de ayudar a tu hijo a alcanzar este logro es la bicicleta sin pedales, una práctica y ligera bicicleta de transición que le permitirá al niño dominar las dimensiones físicas del vehículo y de su cuerpo y desarrollar equilibrio y estabilidad en sus desplazamientos sin el uso de ruedines.

Asigna responsabilidades

Aunque tu hijo sea pequeño puedes asignarle alguna responsabilidad acorde a sus capacidades y a su edad:

  • Recoger su ropa
  • Dejar el cuarto de baño ordenado
  • Ayudar a poner la mesa
  • Regar las plantas
  • Peinarse
  • Alimentar a la mascota
  • Dormir a la hora señalada
  • Hacer su cama

 Recomendaciones finales

  • Establece rutinas cuando le asignes responsabilidades para formar hábitos y cúmplelas
  • Explica claramente lo que esperas que tu hijo haga y asegúrate de que comprende tus instrucciones
  • Puedes ayudarle al principio, especialmente si es pequeño, y paulatinamente permite que haga la actividad él solo
  • Supervisa sus tareas

Fomentar la autonomía de tu hijo le proveerá beneficios para toda la vida. Al crecer, será un individuo más independiente, capaz de tomar decisiones y responsable.

 

 

 

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