Una lección que aprendes cuando te conviertes en madre, es que nada es predecible, salvo la falta de sueño.
Es un hecho que los bebés se van a despertar muy a menudo durante los primeros tres meses y es importante tener expectativas realistas.
Los bebés necesitan dormir muchas horas, pero no siempre lo hacen en el momento que quieres o durante el tiempo que deseas. De ahí la búsqueda desesperada de técnicas o consejos para dormir a tu bebé, un ritual realizado por madres de todo el mundo.
Nunca es demasiado tarde para fomentar unos buenos hábitos de sueño en el bebé y, en última instancia, que los padres puedan tener su merecido descanso.
¿Qué encontrarás aquí?
9 técnicas que ayudan a dormir a los bebés
Seguir una rutina a la hora de dormir
A los bebés les encanta la rutina y la predictibilidad. Crear una rutina a la hora de dormir, lo ayudará a poner orden en su mundo caótico. Elige una rutina que funcione para ti, la cual puede incluir llevar al bebé a su habitación, colocarlo en la cuna, cerrar las persianas o cortinas, taparlo con una manta, cantar una nana y besarlo.
Seguir la misma rutina todos los días, a la misma hora, prepara al bebé para el sueño y con el tiempo aprenderá que dormir viene después de todas las acciones anteriores.
Esperar a que esté somnoliento
El momento adecuado es tan importante como la rutina. Transcurridas alrededor de 8 semanas, los bebés aumentan la melatonina, una hormona natural que produce somnolencia y que el cuerpo libera cuando es hora de dormir.
Si los acuestas tarde, se sobreestimulan y desregulan. Por eso, es buena idea acostarlos cuando estén somnolientos, pero no demasiado cansados para dormirse. Una señal de somnolencia es cuando el bebé se calma, está menos activo y simplemente se queda mirando.
Toma de última hora
La idea es darle al bebé una toma antes de que te vayas a dormir, incluso si está dormido, para evitar que el bebé se despierte justo después de que te duermas.
Esta toma puede ayudar al recién nacido a dormir durante más tiempo y se puede hacer aproximadamente hasta los 4 meses.
Ruido blanco
Si tu bebé está escuchando todos los ruidos que se producen en casa, puede que le resulte difícil conciliar el sueño y quedarse dormido. Usar un ruido blanco facilitará que el niño deje de escuchar los sonidos exteriores y lo ayudará a calmarse.
Además, al bebé no le gusta el silencio ya que en el útero escuchaba constantemente sonidos. Un sonido rítmico y el ruido blanco puede ayudarles a quedarse dormidos.
Limitar la duración de las siestas durante el día
Es difícil despertar a un bebé que está dormido, pero dejar que duerma las siestas durante demasiado tiempo, puede privarle del sueño nocturno. Si el bebé duerme más de 2-2,5 horas, es bueno despertarlo, alimentarlo y mantenerlo despierto durante un tiempo, para luego acostarlo de nuevo en la cuna.
Si notas que tu bebé necesita dormir más tiempo, no dudes en aumentar el tiempo de siesta hasta 2,5 horas.
Atenuar la luz
La luz es una forma de regular el ritmo circadiano de los bebés (el reloj interno del cuerpo). Cuando el sol se ponga, atenúa las luces de las habitaciones en las que esté el bebé, incluso si todavía no lo vas a acostar.
Para reforzar estos ritmos, asegúrate de iluminar intensamente las habitaciones durante el día, incluso si está durmiendo la siesta.
Regular la temperatura
Mantén la temperatura de la habitación donde duerme el bebé más fresca por la noche que por el día. La temperatura óptima para el sueño infantil es entre 18 y 21 ºC. Si no tienes un termostato para poder controlarla, deja una ventana ligeramente abierta o usa un ventilador por la noche, asegurándote de que el bebé duerme lejos de la ventana y los ventiladores y de que la habitación nunca se queda demasiado fría.
Un masaje relajante
Los recién nacidos que reciben un masaje antes de dormir, se duermen más rápido y más profundamente. Antes de acostarlo, dale un masaje relajante de 15 minutos realizando movimientos lentos, con una presión moderada y un aceite para bebés.
Movimiento suave
Dentro del útero, tu bebé estaba en un continuo vaivén cada vez que te movías y es probable que el movimiento suave todavía lo adormezca.
Para ayudar a que se duerma, acúnalo suavemente en los brazos o una mecedora. Caminar lentamente por la habitación podría funcionar también.