Cuando se trata de la crianza de un hijo, debemos tomar nuestras propias decisiones sobre lo que creemos que es mejor para ellos. Esa es nuestra máxima responsabilidad.
El colecho (ya sea en la misma cama, con una cuna de colecho o normal) puede ser un tema un poco controvertido, pues algunos padres se comprometen a dormir todos juntos, mientras que otros lo evitan por completo.
Si el colecho funciona para tu familia, ¡adelante! De todas formas, antes o después os tocará separaros y estar cada uno en una habitación. Estos consejos os ayudarán para que sea un proceso progresivo y nada traumático para ambos.
Es un gran cambio para toda la familia, por lo que hacerlo de forma correcta, puede marcar una gran diferencia.
¿Qué encontrarás aquí?
Claves para pasar del colecho a dormir en su propia habitación
Estar preparados
El sueño tiende a pasar por un proceso de transformación durante los primeros años de la vida de un bebé.
Hay familias que deciden dormir en la misma habitación que el bebé hasta que sienten que sus hijos están listos para dormir independientemente. Algunas familias hacen la transición cuando el bebé comienza a dormir mejor por la noche. Otras, trasladan a su bebé a otra habitación cuando sienten que el colecho ya no funciona.
Lo mejor es esperar a que la familia esté lista para hacer cualquier ajuste. No hay prisa.
Elegir el momento adecuado
Comenzar una nueva rutina se afronta mejor un viernes por la noche, cuando tienes todo el fin de semana para acostumbrarte, que un lunes. Dedicar unos días a esta transición es realmente útil. Además, es importante elegir un momento en el que no tengáis otras cosas que exijan grandes cantidades de tiempo o energía.
Sentar las bases
Para empezar, hay que mostrar emociones positivas sobre el nuevo dormitorio en el que va a dormir el bebé.
Jugad con él en la habitación para que el bebé se acostumbre a este nuevo ambiente y lo relacione con algo positivo.
En caso de que el niño sea más mayor, podéis explicarle la transición señalando todas las cosas buenas sobre el tema: la cama grande, sábanas nuevas, etc.
Dormir juntos en la habitación nueva
Es recomendable que os mudéis temporalmente a la habitación del niño para ayudarlo a sentirse más cómodo con el nuevo espacio para dormir.
Coloca un colchón en el suelo de la habitación, y a medida que pasen los días, pon más distancia entre los dos. De esta forma, el bebé dormirá en su propia cuna o cama, pero aún estará con vosotros cuando sea necesario.
Como parte de este paso, hay que configurar este entorno con señales que estarán ahí después de que no estéis, como por ejemplo, un ruido blanco, una luz tenue o implementar rutinas de sueño.
Sentarse junto a la cuna o la cama mientras el bebé se duerme
Cuando estéis preparados, retirar el colchón del suelo. En su lugar, sentaos en una silla junto a la cuna o cama y quedaos mientras se duerme. Esto puede ser difícil para el pequeño, pero hay que evitar volver a llevarlo a nuestra habitación, ya que eso sería un paso atrás en el proceso. Una vez que el bebé esté dormido, salid de la habitación.
Generalmente, debería llevar cada vez menos tiempo el que el bebé se duerma cada noche.
Salir de la habitación antes de que el bebé o niño pequeño se duerma
Es difícil decir exactamente cuándo estará listo para este paso ya que todos los bebés son diferentes. Pero, una vez que veáis que el pequeño está listo, empezad con la rutina de acostarlo en la cuna o cama y, sin esperar a que se duerma, salid de la habitación.
Una vez que hayáis llegado a este punto, se puede considerar que la transición se ha realizado, aunque algunas noches pueden ser más difíciles que otras.
Cualquier tipo de cambio en el sueño lleva tiempo. No esperéis resultados milagrosos después de la primera noche, pero el cambio viene con consistencia.
La constancia es la clave. Cuando estéis listos para hacer esta transición, no deis un paso hacia atrás.
Ir en una dirección ayudará a que el proceso de aprendizaje vaya más suavemente. Volver a dormir juntos va en contra de la transición, y se vuelve confuso para ellos, que intentan establecer dónde está el lugar seguro para dormir.