Crear buenos hábitos de sueño en un bebé no es cosa fácil, pero te podemos asegurar que no es imposible. Como madres debemos asegurarnos de que nuestro bebé tenga las horas de sueño necesarias para descansar adecuadamente, ya que es un proceso vital para su crecimiento. Olvidarnos de esta tarea sería un craso error.
Normalmente, cuando no se habitúa al bebé a descansar correctamente, se le dificulta mucho conciliar el sueño o se levanta en repetidas ocasiones por la madrugada, cosa que a ninguna madre le gusta. Para evitar ambas situaciones, en este artículo encontrarás algunos consejos bastante útiles que te ayudaran a crear los hábitos necesarios para que tu hijo duerma sin problemas.
¿Qué encontrarás aquí?
Claves para crear buenos hábitos de sueño
De 0 a 3 meses
Para comenzar, los bebés en sus primeros meses de vida duermen bastante, así que será un poco complicado crear un hábito. En este rango de edad, debemos desarrollar la capacidad de captar cualquier señal que nos indique que nuestro bebé tiene sueño: bostezos, fácil irritabilidad, mirada fija en un punto o si el pequeño se toca mucho los ojos. Todos estos son indicios de que tiene ganas de dormir.
Al tener una frecuencia de sueño tan alta (16 a 18 horas al día), debemos poco a poco entender cuál es su comportamiento a la hora de dormir. Por ejemplo, hay bebés a los que les encanta dormir después de comer o bañarse, así que debemos estar muy pendientes de lo que hace justo antes de conciliar el sueño.
Una vez hayamos identificado sus patrones de sueño, podremos comenzar a calendarizar y a anticipar las horas de sueño de nuestro bebé, por lo que ya podremos empezar a crear sus hábitos nocturnos.
Aquí es crucial que lo ayudemos en todo lo posible. Con tan pocos meses de vida es aun complicado que el bebé reconozca la hora de dormir, así que es nuestro deber ponerlo cómodo y mantenerlo calientito justo antes de acostarse. El objetivo es que cuando sienta su pijama cálido y su cómodo colchón de su cuna, poco a poco vaya entendiendo que ya es la hora de dormir.
3 a 6 meses
A esta edad, los pequeños empiezan a reconocer cuándo es la hora de bañarse, comer y dormir, por lo que las rutinas se vuelven muy importantes. Podríamos decir que aquí empiezan a dar resultados todas las acciones que hicimos los meses anteriores.
Para crear buenos hábitos la consistencia debe estar presente, los rituales son buenísimos para esto, ya que al repetir una serie de pasos un día tras otro nuestro bebé comprenderá enseguida cuándo es su hora de dormir.
Darle un baño por la tarde, ponerle su pijama, acomodar la cuna con sus juguetes favoritos, darle de comer o contarle un cuento, cualquiera de estas acciones fácilmente puede formar parte del ritual de sueño de tu bebé.
También es cierto que a esta edad los bebés notan mejor la luz y la oscuridad, eso quiere decir que empiezan a diferenciar el día de la noche. Es muy importante hacerle entender que el día es para jugar y divertirse y la noche es para descansar. Esto lo puedes lograr haciendo que tu bebé tenga una mañana y una tarde bastante activas, para que cuando llegue la noche, sea el momento para descansar y relajarse.
También es importante tener en cuenta lo siguiente cuando llegue la hora de dormir:
- Debe existir un ambiente en silencio
- Las luces deben estar apagadas, sin embargo el dormitorio no debe estar en total oscuridad. Una luz tenue cerca del bebé le dará tranquilidad
- El bebé debe escuchar cómo los integrantes de la familia se desean buenas noches y se van a sus respectivas camas
Inclusive, a esta edad algunos padres se plantean la posibilidad de pasar al bebé a su propio dormitorio
6 a 12 meses
Cuando los bebés están cerca de cumplir el año de vida, no necesitan comer tan frecuentemente como los recién nacidos, así que poco a poco darle pecho dejará de ser parte del ritual de sueño.
En esta etapa, ya reconocen perfectamente la hora de dormir. Si al bebé se le inculcaron buenos hábitos de sueño no presentará ningún problema. Además, a esa edad ya no suelen levantarse por las noches.
Pasados los 6 meses deben dormirse por su propia cuenta, aunque eso no quiere decir que se deban eliminar los rituales. Si antes solías contarle un cuento y esperabas a que se durmiera, ya no tienes que esperar. Después de leerle el cuento, puedes darle un beso de buenas noches y retirarte, ya que es necesario que el bebé se empiece a quedar dormido por sí solo. De esta forma, evitarás la dependencia nocturna.
Llegados a este punto, el pequeño ya podría tener su propio espacio para descansar, un dormitorio cerca de la habitación de los padres viene perfecto. De esta manera, tantos los padres como el niño pueden llegar a conciliar un sueño mucho más profundo.
Crear hábitos en los recién nacidos es una tarea sumamente importante, más aun cuando nos referimos a los hábitos de sueño. Aunque parezca complicado al principio, con la práctica irás cogiéndole el truco y, sin darte cuenta, muy pronto tu bebé se irá a dormir sin problema.