Como madre, sabes que tu bebé necesita un cuidado y una atención especial. En este sentido, el aseo es un factor clave para la salud del bebé y es normal que al principio te preguntes qué es lo que debes hacer y lo que no cuando bañes a tu bebé.
La primera de tus inquietudes seguramente será sobre cuándo podrás dar el primer baño a tu bebé. En ese sentido, algunos pediatras recomiendan no hacerlo hasta que no se haya caído el cordón umbilical, que normalmente después de 7 y 10 días desde el nacimiento, pero en algunos casos puede llegar a tardar hasta tres semanas.
Otra interrogante tiene que ver con la frecuencia con la que debes bañar al bebé durante sus primeras semanas. La mayoría de los especialistas recomienda hacerlo dos o tres veces por semana, siempre tratando de mantener limpia el área del pañal y lavar sus manos, cuello y rostro varias veces al día.
¿Qué encontrarás aquí?
Lo que debes hacer durante el baño del bebé
Ten a mano todo lo que necesitas
En una habitación con un ambiente cálido, preferiblemente entre 23 y 25 grados, organiza todo lo que vas a necesitar antes de estrenar la bañera para bebés. He aquí nuestra sugerencia de lo que debes tener cerca.
- Una toalla del tamaño adecuado con capucha.
- Una esponja o paño suave.
- Jabón para bebé o jabón para bañera.
- Termómetro para medir la temperatura del agua.
- Cepillo o peine para bebé.
- Pompones de algodón.
- Bastoncillo con algodón.
- Champú para bebés.
Comienza el delicioso ritual del baño de tu bebé
Antes de meter al bebé en la bañera, utiliza el termómetro para asegurarte de que el agua se mantiene a una temperatura de 36°C o 37°C mientras lo bañas. Una vez le quites la ropa, puedes cantarle, mimarlo, hablarle o sonreírle transmitiéndole complicidad, amor y cariño. Para introducirlo en la bañera, hazlo poco a poco para que vaya ganando confianza. Ten presente que esta es una experiencia nueva para él.
Sus primeros baños no deben ser prolongados ni minuciosos, pero eso no debe impedirte ser efectiva. Sostén al bebé firmemente pero con suavidad para comenzar a limpiarlo, sosteniendo su cabecita y su espalda con un brazo mientras lo vas frotando con la otra mano con delicadeza.
Presta atención a las zonas que debes limpiar bien
No dejes ningún pliegue ni rincón de su cuerpo sin lavar. Mientras lo sigues mimando, presta atención a las siguientes zonas de su cuerpo.
- Las áreas del pañal, especialmente los genitales.
- Las manos y los pies, mirando bien entre los dedos.
- Los pliegues de los brazos, la parte posterior de las rodillas, el cuello y los muslos.
- La parte detrás de las orejas.
- Fíjate bien en las axilas, para eliminar posible pelusa de la ropa.
- Utiliza un pompón de algodón para remover la suciedad alrededor de los ojos.
- Utiliza el champú para bebés para lavar su cabeza, teniendo cuidado en hacerlo con masajes muy suaves y delicados.
Listo. Ahora solo queda sacarlo de la bañera para envolverlo en la toalla con capucha y, sin frotarlo, secarle todas las partes de su cuerpo.
Lo que no debes hacer cuando bañas a tu bebé
Para mayor satisfacción y evitar inconvenientes, es igualmente necesario que sepas algunas cosas que debes evitar cuando bañas a tu bebé:
- No debes dejar solo a tu bebé en ningún momento del baño. Por eso, es importante tener todo lo necesario al alcance de la mano.
- No utilices jabón que no sea específico para bebés, con un PH completamente neutro, para evitarle daños en su piel como la sequedad.
- Evita los talcos, colonias y similares durante los primeros meses, que pudieran ocasionar alguna alergia en el futuro.
- Para evitarle un resfriado por los cambios de temperatura, evita salir con él del lugar donde lo bañaste sin el abrigo adecuado.
Durante el baño, madre e hijo establecen una conexión muy especial que fortalece los lazos entre ambos. Sigue estos sencillos consejos y verás cómo, progresivamente y a través de la creación del buen hábito, tu bebé hará de este uno de los momentos más deseados del día.